lunes, 5 de marzo de 2012

III. Lo díficil de ser


– ¿Qué es usted? – preguntó un anciano de baja estatura. 

– ¿Quién soy, querrá saber usted?– respondió sorprendido un muchacho de traje importado y reloj dorado.

– Así es ¿Me va a decir usted que nunca se cuestionó quién realmente es? No ande con rodeos, dígame–.

–Bernardo… un católico de buenas costumbres y familia honorable. Felizmente casado con una mujer de valores destacables. Tengo dos hijos que valen oro… no han sucumbido ante los vicios, odian los extremismos y están preocupados por la política… afortunadamente han hecho caso a la educación que han recibido, no en vano fueron enlistados en la mejor escuela privada. Soy un funcionario estatal que percibe altos ingresos y privilegios irreprochables. Un hombre de contactos e inmerso en temas de actualidad. Un hombre que lo tiene todo y al que nada le han regalado; siempre digo “que el sudor de tu frente sea la piedra fundamental de tus días”–.

– ¿Usted cree poder vivir en paz y armonía consigo mismo? Lo desea todo, poseer y no compartir le da placer. En fin, su meta es tener más y cada vez más–.

–En la vida uno debe progresar e ir por más. Día a día deseo lo que no tengo, nunca puedo quedar satisfecho… mis deseos no tienen límites. Envidio a los que tienen más, y temo a los que tienen menos–.

– Pero aun así debe presentarse como un hombre socialmente correcto, de buenos hábitos y modales apropiados. Entiendo. Un mísero gentleman sonriente, sincero y amable–.

– ¿Así que usted cree saber que es bueno para mí?–.

–No. Quédese tranquilo que ni siquiera yo sé qué es lo mejor para mí. Usted cree saber qué necesita…  ni la sociedad sabe qué quiere para sí. Sobrevivir demanda más que exigencias éticas o simples morales. Esta situación exige un cambio radical del corazón humano–.

– ¡Usted delira! La historia se ha encargado de poner las cosas en su lugar–.

– No entre en pánico. Necesitamos grandes cambios sociales y económicos que le den al corazón humano la oportunidad de cambiar–.

– ¿Cambios? ¿Acaso usted no escucha los noticieros? Los gobernantes están encargados de la situación–.

– ¿Las noticias? Hace tiempo que me harté de los informativistas que gozan de buena reputación y vierten mentiras a raudales… ni hablar de los políticos–.

– ¡Cuán desconfiado es usted!–.

– ¡Y lo bien que hace!– gritó un ochentón desde la otra punta del bar.

– Fíjese – prosiguió el anciano – que los gobernantes hacen muchas cosas que les permiten fingir que están actuando eficazmente para evitar una catástrofe… sus interminables conferencias, sus resoluciones y discursos causan la impresión de que los problemas se han identificado. Sin embargo, no hacen nada realmente importante–.

– ¿A dónde quiere llegar?–.

– Gobernantes y gobernados anestesian sus conciencias y su voluntad de vivir. El egoísmo, el éxito personal siempre se antepone a la responsabilidad social. La avaricia envuelve a la gente estúpida–.

– ¿Por qué actuar de otra manera?–.

– Unos tienen, otros optan ser. ¿Usted tiene alguna alternativa entre ser o tener?–.

– Teniendo, pretendo ser. Quien nada tiene, nadie es–.

– Unos evitan las posesiones… otros ven en el lujo un defecto… tener poco y ser mucho. ¿Tener o ser? El problema más crucial de la existencia –.



Almendra - Color humano
















Eric Clapton, Paul McCartney, Ringo Starr versionando While my guitar gently weeps (The Beatles)

















Lecturas utilizadas:
  • Tener y ser - E. Fromm

2 comentarios:

  1. Lo que hacés en el blog me hizo acordar a una película que se llama Waking Life, si no la viste mirala. Sospecho que te va a gustar.
    Salú!

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  2. No conozco la película, pero la veo y te comento que onda... no me imagino por donde puede ser que venga!

    Saludos!

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